En el día mundial de la tierra nos gustaría hacer hincapié en cómo todos los sectores podemos aportar a un futuro más verde y sostenible. En un mundo en el que ya vivimos más de 7.000 millones de personas y que para 2055, según Naciones Unidas, seremos ya 10.000 es necesario tener en cuenta que cualquier acción que lleve a cabo el ser humano y que sea imprescindible (beber, alimentarse, alumbrar su casa o estudiar) tiene un impacto brutal. Hablamos de cambios trascendentes que debemos realizar y que transformarán radicalmente nuestro modo de vida tal y como lo conocemos.
Cada vez más ciudades apuestan por ejemplo por movilidad sustentable mientras que otras apuestan por facilitar la instalación de energías renovables en los hogares, y así hasta un sinfín de cuestiones vinculadas a hacer que el planeta sea lo más habitable posible para una población que solo se espera que siga creciendo.
La intención que tenemos es plantearos por qué hacer cursos online es más amigable con el planeta que hacer cursos presenciales, aunque como siempre puede haber excepciones.
- Haciendo un curso online reduces la huella de carbono del sector educativo. La explicación es sencilla: si no tienes que ir a clase ni tú ni tus compañeros de clase ni el staff del centro imagina la cantidad de desplazamientos que estamos ahorrando diariamente. El ahorro tanto en combustible para llevarte a clase como en otros materiales contaminantes (aceite, asfalto, neumáticos, etc.) supondrá una gran noticia para el planeta.
- Eficiencia energética. Hacer un curso elearning tiene, hablando de la manera más simple posible, consecuencias positivas a nivel de eficiencia energética y gasto de energía. Lógicamente menos edificios con las instalaciones eléctricas funcionando a todo ritmo.
- Sostenibilidad en los materiales didácticos de los proyectos formativos. En un nuevo mundo en el que los conceptos se renuevan y actualizan constantemente, poder implementar los cambios sobre manuales elearning tiene un impacto mucho menor que lanzar nuevas ediciones de libros físicos. Además, la asistencia a centros presenciales tiende a incrementar el gasto de papel, que por lo general no es reciclable.
- Reducción en el uso de productos químicos y otros materiales. El mantenimiento de un centro de miles de alumnos implica el uso anual de centenares de litros de productos químicos, cosa que se puede ahorrar con un sistema de formación online.
- Por último, no invertir tiempo en desplazamientos te permitirá pensar en nuevas maneras en las que puedes aportar al mundo: cultivar un huerto ecológico, reciclar o plantar árboles.
Y vosotros, ¿creéis que haciendo un curso online contribuís a mejorar la salud del planeta? Os animamos a que dejéis vuestras impresiones en la sección de comentarios o que le echéis un vistazo a nuestro catálogo de cursos online gratis.
Muy buena reflexión. Gracias
Me encanto,
Hoy dia la situacion mundial ha obligado a considerar aun mas este tipo de capacitaciones,
Podemos verlo como uno de los “beneficios” de la pandemia, que de alguna manera se han visto resultados positivos en el medio ambiente.