El pasado viernes 16 de agosto nos dejó Peter Fonda, un actor histórico de cine que protagonizó numerosas películas, algunas de ellas de culto como Easy Rider.
Es precisamente en esta película en la que vamos a centrarnos porque su escena inicial es en la que ocurrió una de las acciones de marketing más conocidas y duraderas que se conocen. Y lo mejor de todo es que a la marca en cuestión, Harley Davidson, no le costó un céntimo.
Easy Rider. La película.
Easy Rider, estrenada hace exactamente 50 años en el verano de 1969, fue una película independiente rodada en Estados Unidos que se podría encajar dentro del género Road Movie, es decir un tipo de película que tiene lugar en la carretera en un viaje que hacen los protagonistas.
Se trata de una película que ganó muchos premios y se convirtió en un hito tanto de la contracultura estadounidense de los sesenta como de la historia del cine en general. Fue especialmente famosa por el tipo de temáticas que trataba así como por su banda sonora.
En cuanto a las temáticas, Easy Rider hacía referencia a la temática del fin del sueño americano, condensando el desencanto que dio lugar al inconformismo mostrado en la época hippie.
La banda sonora reunió los mejores grupos de rock de la época, muchos de los cuales como Jimmy Hendrix se pudieron ver en el festival más icónico de la época, Woodstock.
Breve resumen de la película
En ella los protagonistas Peter Fonda y Dennis Hopper (Wyatt y Billy, respectivamente) inician un viaje para asistir al Mardi Gras, la famosa fiesta de carnaval en Nueva Orleans. Para financiar este viaje realizan negocios relacionados con el narcotráfico en la frontera de Mexico con Estados Unidos.
Durante el viaje se encuentran con diversos personajes que muestran diferentes aspectos de la vida estadounidense de la época al margen de lo “normal”, y cuando los protagonistas son arrestados conocen a un abogado borracho (Jack Nicholson) que les libra de la cárcel y se une a ellos en su viaje.
Es un resumen muy escueto, pero no me gustaría extenderme más de la cuenta para poder hablar de lo que realmente importa, la visión en aquella época de Harley Davidson sobre la película y la (involuntaria) campaña de marketing que Dennis Hopper hizo para la marca.
Harley Davidson y Easy Rider
La mayoría de las personas que hayan visto cualquier escena de esta película sabrán que Peter Fonda y Dennis Hopper realizaban su viaje montados en una motocicleta Harley Davidson.
Hopper, como director, quería que las Harley fueran las motos de los protagonistas. Pero ambas motos tuvieron que comprarlas directamente de la policía porque la propia marca no quería estar asociada al estilo de conductores de la película y el tipo de escenas que se veían y que los personajes realizaban, como sexo libre, tráfico de drogas, estancias en la cárcel y demás. La marca no solo no donó las motos para la película, sino que no quiso venderlas a la productora.
Ahora bien, con el paso de los años la situación cambió. A día de hoy una réplica de la Harley de Captain America (el mote de Peter Fonda en la película) está en el museo de Harley. ¿Por qué cambió de opinión la marca? La publicidad que la película le dio a las motos fue tremendamente positiva, ya que la gente dejó de lado las asociaciones negativas y se quedó con los aspectos positivos que la actitud de los personajes transmitía a la propia personalidad que quería tener la marca: libertad, ocio y cierta sensación de rebeldía.
Hay que tener en cuenta cuáles son realmente los clientes objetivo de Harley Davidson: por un lado efectivamente los choppers tradicionales: amantes de las motos para quienes estas son su modo de vida. Para entendernos, pañuelos en la cabeza, chalecos de cuero, tatuajes, barbas largas,… Pero se trata de una maravillosa pieza de ingeniería bastante cara que llama la atención de personas de niveles de ingresos más altos: ejecutivos, ingenieros, catedráticos,…
Precisamente lo que buscan estos compradores es esa sensación de libertad, una moto de fin de semana para dejar que el tiempo fluya o para tener una apariencia más rebelde, en definitiva lo que representa la propia personalidad de la marca.
Te proponemos que veas el la apertura de la película para que puedas identificar tú mism@ los elementos que componen la personalidad de marca de Harley. ¿Nos los dices en la sección de comentarios? Anímate.
Porque sí, las marcas igual que las personas tienen una personalidad que se puede describir. ¿Cómo describirías la tuya?